¿Cómo calculo mi peso ideal?

Todas las mañanas, el mismo drama: la báscula, que te mira desde una esquina del cuarto de baño, y te recuerda que es hora de que hagas algo para perder peso.

Pero, más allá de tu impresión, o de lo que te propongas lograr, es aconsejable que sepas cuál es tu peso ideal y saludable según tu complexión física. Lo más recomendable, antes de ponerte a dieta, es consultar con un nutricionista, que examine tus hábitos alimentarios y el ejercicio que realizas, tu edad, tu complexión física…

Como referente o punto de partida, existe una medida universal, denominada Índice de Masa Corporal (IMC), que determina si nos encontramos dentro de unos parámetros saludables, tanto por exceso como por defecto de peso. El IMC se calcula dividiendo el peso en kilogramos de una persona entre el cuadrado de su altura en metros (kg/m2).  Estos cálculos son válidos para personas de entre 20 y 65 años, y nunca para niños, embarazadas, madres lactantes o personas que realizan mucho deporte o de alta competición. Por ejemplo: si una persona pesa 70 kilos y mide 1,60 el resultado final sería 27,3. La Organización Mundial de la Salud estima que un peso saludable es el que se sitúa entre valores de 18,5 y 24,9. De este modo, la persona del ejemplo tendría, según los estándares internacionales, sobrepeso.

Pero estas mediciones son bastante relativas, porque hay personas con mayor masa muscular o de una complexión más fuerte, a las que no se puede aplicar esta medida a rajatabla, ya que en muchos casos hay quien tiene un IMC correcto, y sin embargo tiene una distribución insana de la grasa corporal. Del mismo modo, es normal aumentar de peso cuando se empieza a hacer deporte de forma continuada, porque el músculo pesa más que la grasa, pero eso no significa que se haya engordado.

En la Clínica Bruselas contamos con un equipo médico experto en nutrición, que puede analizar tu caso y aconseja la mejor forma de conseguir un peso saludable. Pueden recomendar la realización del Test de Intolerancia Alimentaria, aconsejar una dieta proteinada personalizada, o bien, aplicar medidas más drásticas en caso de sobrepeso severo, como la realización de un bypass gástrico o la colocación de una banda gástrica.