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Desplazamiento de prótesis de seno ¿cómo actuar?

Desplazamiento de prótesis de seno ¿cómo actuar?
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Por suerte no es algo que ocurra con frecuencia, pero a veces se puede llegar a producir un desplazamiento de prótesis de seno después de un implante mamario. Este problema no supera el 2% de los casos, pero tiene mucha trascendencia para las mujeres que lo padecen, por la incomodidad y por la estética. Este desplazamiento se da cuando el mismo implante rota o se desliza de su posición original, y por ello las pacientes sufren incomodidad, y el pecho adquiere un aspecto distorsionado y poco armonioso. En ocasiones este hecho puede transcurrir incluso meses después de la cirugía.

¿Qué causa un desplazamiento de prótesis de seno?

Las causas de este movimiento pueden ser variadas: desde el ensanchamiento del espacio que se hace para albergar la prótesis (la llamada bolsa), que ésta no se haya adherido correctamente a los tejidos que la envuelven, por el propio peso influido por la gravedad o motivado por descuidos en el post operatorio si la paciente no guardó el reposo previsto, o realizó una actividad excesiva que impidió una buena fijación del implante a los tejidos mamarios que lo rodean.

En algunos casos durante el proceso habitual de cicatrización de los tejidos sobre el implante la cápsula que el propio cuerpo fabrica alrededor del implante mamario es muy fina, o está muy distendida, con lo cual el implante queda móvil, lo que puede provocar una malposición del implante o un exceso de movilidad del pecho.

¿Cómo puede desplazarse la prótesis de seno?

El implante puede desplazarse de forma lateral, hacia las axilas, hacia arriba o hacia abajo, o acercándose o alejándose del otro pecho, hacia el lugar donde encuentra espacio libre. En el caso de las prótesis redondas, aunque se desplacen no hay cambio de forma; sin embargo, las prótesis en forma de gota sí marcan deformidad al producirse un desplazamiento de prótesis de seno. Del mismo modo los implantes rugosos sufren menos migración porque se adhieren más a las paredes de la bolsa.

Para corregir la asimetría provocada o la comentada deformidad sería necesario practicar una cirugía secundaria, que suele consistir en retirar el implante y rehacer la bolsa a la medida exacta.

Hay que recordar que las prótesis no son para toda la vida y que su duración va a depender del tipo de implante y del cuerpo de cada mujer. Por ello es fundamental la realización de controles periódicos, también para prevenir casos de roturas silenciosas que puedan pasar desapercibidas al tacto. El autoexamen y las mamografias también deben incluirse en la rutina de la prevención de cada paciente.

Si nota que su implante se ha movido o que la forma de su pecho ha variado, no dude en consultar con su médico, que será la persona indicada para determinar si es necesario reintervenir o si hay otra solución para el problema.

 

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